miércoles, 28 de marzo de 2012

Quemarse a lo bonzo

N. del A. Mañana tenemos huelga general. Ustedes harán lo que consideren oportuno, yo, con más pundonor que esperanza, voy a intentar poner mi granito de arena en la defensa de unos derechos sociales destinados a la escombrera por los oscuros magnates que manejan los cuartos. 
Año III Opus 95

el país

La ola de inmolaciones tibetanas a lo bonzo se extiende a India

Un tibetano exiliado se prende fuego en Nueva Delhi en vísperas de la visita del presidente chino



Es una inveterada costumbre en los tibetanos la de quemarse vivos en son de protesta. Algo que viene de siempre y que no es exclusivo de los tibetanos: con la guerra de Vietnam muchas personas tuvieron muchas oportunidades de ejercitar esta costumbre y el año pasado, con la Primavera Árabe hubo otros casos en Egipto y en Libia. No sé qué pensarán ustedes, yo digo que allá cada cual, que normalmente todos se queman por una buena causa y nadie lo hace para defraudar a Hacienda. No obstante, soy partidario de otras formas de protestar por las injusticias en las que se puede salir vivo para protestar por más. En un mundo donde es cada vez más necesario el reutilizar y el reciclar, un bonzo es ineficiente porque sólo vale para una vez y hay muchas cosas por las que luchar. 

En España se ha convocado una huelga general el día 29, o sea, mañana. Equivale a protestar a lo bonzo, pero con posibilidad de reutilización. Hago la comparación con los bonzos porque es generalizada la opinión de que los que haremos huelga mañana perderemos la guerra y el dinero. En general, cunde la desesperación y muchas personas me han confesado que «...yo la voy a hacer, aunque sé que no va a servir de nada...». Tendremos la oportunidad de protestar, gritar, corear consignas manidas y perderemos con seguridad el dinero que nos descuenten.

Lo que les decía, es la versión reutilizable de bonzo, un quemarse para nada.

Sí, para nada porque el pobre hombre que se inmoló en la India ni siquiera habrá conseguido interrumpir el desayuno del presidente chino, cuya presencia debe ser muy molesta para que uno prefiera quemarse vivo antes que verle por su ciudad. Ni siquiera en la prensa occidental estos sacrificios han acaparado titulares, al contrario, aquí llega mejor a las primeras páginas de los rotativos una hemorroide de Messi o de Cristiano Ronaldo que un joven que se suicida para decirle al mundo que su pueblo lleva ya demasiado tiempo ahogado por el dominio chino.¿A quién le importa?

Esto mismo es lo que tanta gente piensa que nos va a suceder con la huelga, que unos cuantos inocentes nos vamos a quemar en la protesta (es una metáfora, yo ni en la playa me pongo al sol para no quemarme) y ni siquiera despertaremos al Dragón. Unos medios de comunicación la considerarán  un gran éxito, otros un rotundo fracaso. En los libros de historia especializados de dentro de medio siglo ocupará medio renglón, en una nota al pie.

Sin embargo yo escribo esta entrada para decir que no es así. Que no me estoy quemando yo mismo, que los pirómanos son otros y están reduciendo a cenizas la lucha de un siglo por la igualdad social. Que en esas cuatro palabras de los libros de historia se dirá que la involución contó con la oposición de, al menos, este bloguero. Que quiero decir a mis hijos que en el futuro sufrirán una vida laboral propia de sistema esclavista, pero que hubo gente que no creyó en la mentira.

Muchos pensarán que hacemos huelga a lo bonzo, pero yo no me voy a quemar con gasolina, en primer lugar porque está carísima y en segundo lugar, porque quiero estar bien vivo para seguir dando mi voz contra la injusticia.

jueves, 15 de marzo de 2012

No hay de qué

N. del A. Mi hijo ha grabado una canción que se llama «Gracias». Y yo contesto, educadamente «no hay de qué», aunque en el fondo yo también debo darle las gracias por un bonito gesto y por unas palabras que han sembrado flores en mis oídos. 
Año III, opus 94
Para evitar malentendidos, aclaro que
mi hijo es el que está de espaldas.
Hoy les traigo algo bonito. Se trata de una creación de mi hijo mayor, así que no hace falta aclarar que es algo bonito para mi, algo personalmente bonito.

Se ha reunido con unos amiguetes y ha grabado una maqueta de un disco de hip hop, llamado Sicology. Una de esas canciones es la que les traigo aquí y que contiene estos versos que, sin duda, son para enternecer a un padre. Permítanme que les señale este extracto:

Gracias a cuando mal estuve,
a mamá por sus grandes días azules,
a papá por quererme aunque mal actúe,
y a mi hermano por no cometer los errores que tuve.
Gracias por enseñarme una historia,
por darme una familia que apoya
y que ahora apoyo en cualquier tragedia.
Levanta, me decía mi madre,
que hasta la torre más alta se cae.
Hoy quiero que sepas que mil cosas agradezco,
de tales padezco, 
nadie nace perfecto...


Pues eso hijo, que no hay de qué. Te quiero, Pablico.

* * *
Hablando de otras cosas, tengo que comunicar que me han condenado a seguir una dieta hipocalórica para perder peso. Todos los días oímos hablar sobre recortes en los gastos públicos, en las prestaciones sociales, en los beneficios empresariales, ... pues ya han llegado también los recortes a mi mesa. Dolorosos recortes, hay que añadir, se ha planteado el objetivo en un 15% de mi PIB. Sumisamente lo he aceptado, puesto que acudí por mi propia iniciativa a la consulta del médico, pensando que si me entregaba obtendría una rebaja en la condena. No ha sido así y además le reprocho a la doctora que, siendo ella una funcionaria que cobra de los impuestos que yo pago, no hiciera el más mínimo esfuerzo por hacerme desistir. 

Estará desmotivada. Mísera es la vida de aquél que debe desprenderse de una parte de sí mismo.

lunes, 12 de marzo de 2012

Las dos Españas

N. del A. En la manifestación de ayer contra la Reforma Laboral que coincidía con el aniversario de los atentados de 2004 hubo asociaciones de víctimas del terrorismo que se pusieron a favor y otras que lo hicieron francamente en contra. La imagen fue de que unas se alineaban con el partido del gobierno y otras con el de la oposición, cuando no cabe en la cabeza que tengan intereses distintos. Por esta razón, me acuerdo de las Dos Españas. 
Año III, opus 93
Antonio Machado escribió, unos años antes de que la guerra le expulsara de su país, estos sencillos versos:
Españolito que vienes
al mundo te guarde Dios
Una de las dos Españas
ha de helarte el corazón.
De eso hace setenta años , pero hoy en día seguimos igual. Sigue habiendo dos Españas que miran cada una a un lado de la calle distinto. Supongo, no obstante, que esto pasa en todos los países, pero en España, durante algunos engañosos años, parecía que habíamos desterrado el ambiente de enfrentamiento político a ultranza y sin embargo, en los últimos años, estamos  viendo renacer el cainismo y la discordia. Una palabra muy utilizada cada vez más en los medios de comunicación es frentismo, un neologismo que no se refiere a que, como en mi caso, tenemos cada día que pasa una frente más despejada, sino que señala el prurito tan ibérico de estar permanentemente en contra del vecino. 
Esta imagen es el icono más utilizado para definir las dos Españas, que ya existían cuando Goya pintó esta
«Riña a Garrotazos». No hace falta ser experto en lucha cuerpo a cuerpo para ver que se zurran sin protegerse,
con lo que el resultado será de lo más simbólico: los dos acabarán hechos
unos zorros.
Es cierto que durante demasiados años se nos quiso hacer creer que éramos «Una, Grande y Libre», cuando, en el fondo, seguíamos siendo dos Españas, una encima de la otra, no precisamente libres y, esto hay que decirlo, de un tamaño muy modesto. Los reyes de antaño se autotitulaban «Reyes de Todas las Españas», probablemente porque sabían que es imposible que fuéramos sólamente una. 
Yo no quiero un país enfrentado consigo mismo; amo la diversidad, pero no el  enfrentamiento, que eso ya lo vivieron mis padres. 


España sigue siendo un país bipolar:


→En la política, el devenir electoral ha producido en la práctica un régimen bipartidista, salvo en aquellas regiones donde existen además opciones nacionalistas o regionalistas, que finalmente se pondrán de lado de uno o de otro. Al final, todo el poder está repartido entre dos partidos Alfa, que alternativamente toman el mando de la manada, previa paliza al contrario.
→En la Justicia, institución que debiera ser más neutra que un detergente para bebés, comprobamos que  también se han dividido en jueces progresistas o conservadores, según deban homenaje a uno u otro señor.
→En los medios de información podemos, con poco esfuerzo, saber de qué pie cojea cada uno. Especialmente, las cadenas autonómicas de televisión cojean tanto que podrían aplicarles perfectamente la Ley de Dependencia.
→En la corrupción, donde parece que los dos partidos dominantes pugnan, no por combatirla, sino por acapararla. Fácilmente podríamos hacer un mapa de coropletas donde gráficamente veamos las zonas de España esquilmadas por uno o por otro. 
→En el fútbol. Si hemos de creernos lo que dicen las noticias, sólo existen dos equipos de fútbol en España. Hay quien relaciona las victorias del FC Barcelona con los períodos socialistas y los de Real Madrid con los periodos del Partido Popular. Yo no hago eso por prudencia, sé que no debemos introducir la política en el campo de fútbol ni la nitroglicerina en el depósito del automóvil.  

→En nosotros mismos. Tenemos un cerebro dividido en dos, cada parte gobierna un lado del cuerpo y hace que seamos diestros o zurdos. Todos tenemos un lado bueno y otro malo, una parte femenina y otra masculina, una parte consciente y otra subconsciente... Esto no tiene nada que ver con las dos Españas, pero me venía al caso decirlo así que aprovecho.

Por todo esto veo con pena y con cierto temor este panorama de la vida política española, que nos impide colaborar ni en lo más importante. El ejemplo de la entradilla me parece claro: si ni siquiera las víctimas del terrorismo están de acuerdo en lo que reclaman, ¿qué podemos esperar de cosas mucho menos importantes?

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